El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afirmó este viernes que se toma "muy en serio" la postura de Junts, después de que el partido anunciara su intención de rechazar todos los proyectos legislativos del Ejecutivo. Aun así, Sánchez defendió la importancia de agotar la legislatura, asegurando que "merece la pena el esfuerzo".<br />Durante una rueda de prensa en Brasil, tras participar en la cumbre de líderes previa a la COP30, el presidente confirmó que presentará nuevos presupuestos. No obstante, subrayó que, con o sin ellos, "España seguirá avanzando y el Gobierno mantendrá su hoja de ruta hasta la conclusión de esta legislatura en 2027".<br />Sánchez se mostró convencido de que el país "vive uno de los mejores momentos de los últimos 45 años" y reiteró su apuesta por la "receta" del diálogo y la negociación como vías para alcanzar acuerdos.<br />Ante un escenario en el que el Gobierno carece de mayoría y uno de los partidos clave —con siete escaños decisivos— ha anunciado que votará en contra de todas las iniciativas, La Moncloa mantiene la discreción y solo insiste en el "diálogo" y en la necesidad de "sudar la camiseta". Sánchez se aferra al buen desempeño económico como principal argumento para sostenerse y transmitir la idea de que, con él, "España funciona"; sin él, no tanto.<br /><br />Esta estrategia representa una nueva versión del discurso que apela al temor de un eventual ascenso de la ultraderecha, con el objetivo de cohesionar a sus aliados. Sin embargo, tras el desgaste de ese mensaje, el presidente explora ahora una nueva fórmula para intentar mantener unido un bloque cada vez más fragmentado.
