Balki dibuja un cómic sobre su oveja de peluche Dimitri y el Sr. Wainwright le pide que lo convierta en una tira cómica habitual para el Chicago Chronicle. A Larry le encargan escribir las historias de Dimitri, mientras que Balki se encargará de las ilustraciones, pero, por desgracia, los dos tienen ideas muy diferentes sobre cómo debería ser Dimitri.
