Beijing responde con firmeza a las provocaciones de Japón sobre Taiwán. Ante las declaraciones de Sanae Takaichi, que evocan el fantasma del militarismo, Beijing defiende su soberanía y el orden internacional. El Puente Lugou, donde comenzó la invasión japonesa en 1937, es un recordatorio histórico. La comunidad regional rechaza estas acciones que amenazan la paz en Asia. teleSUR
