El segundo hat-trick más rápido en la historia de la Champions League devolvió la vida al Real Madrid en el siempre hostil escenario de Atenas. El protagonista fue, cómo no, Kylian Mbappé, que necesitó solo seis minutos y 42 segundos para firmar tres goles, apenas medio minuto más que el récord establecido por Mo Salah en 2022 frente al Rangers. Sus tantos sirvieron para despertar a un equipo que había comenzado el duelo con el gesto torcido de Xabi Alonso, prácticamente inmóvil después del tanto inicial de Chiquinho para el Olympiacos. “Me quedo con los tres puntos y con lo que hemos construido dentro del vestuario: la unión y la implicación de todos”, aseguró el técnico tolosarra al finalizar el encuentro.<br /><br />Durante catorce minutos, entre el minuto ocho y el 22, el conjunto blanco estuvo virtualmente derrotado, atrapado en una crisis de juego y resultados que amenazaba con desestabilizar definitivamente el proyecto. Sin embargo, en medio del desconcierto, algunos futbolistas dieron un paso adelante. Arda Güler, Fede Valverde y Vinicius se encargaron de pedir calma, animar a los suyos y reclamar más circulación de balón para revertir la situación.<br /><br />Poco después llegó la reacción. El Georgios Karaiskakis fue testigo de una remontada propia de un equipo acostumbrado a sobreponerse a las críticas y a la presión. Vinicius, en una versión estelar, junto a Güler y Camavinga, asistieron a Mbappé para completar su póker y sostener un proyecto que, pese a las dudas, supo mantenerse firme.
