El suboficial de Policía, Gustavo Florentín, el único procesado por el asesinato del joven liberal Rodrigo Quintana, tuvo una audiencia preliminar en la que el Ministerio Público ratificó su pedido de elevar la causa a juicio oral y público. El uniformado ya compurgó la pena mínima de cinco años de cárcel, salió en libertad y ya está nuevamente incorporado a las filas de la Policía.
