La gastronomía italiana, admirada en todos los continentes por la frescura de sus ingredientes y la sencillez sabrosa de sus platos, acaba de recibir un reconocimiento que refuerza aún más su prestigio mundial. Este miércoles, la agencia cultural de Naciones Unidas ofreció a los amantes de la buena mesa un motivo adicional para celebrar sus icónicos sabores al incorporar oficialmente la cocina italiana a la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.<br />La UNESCO subrayó que no se trata únicamente de valorar alimentos tan populares como la pizza, la pasta o el tiramisú, sino de destacar los rituales sociales y familiares que rodean la preparación y el disfrute de la comida en Italia. Esta decisión se suma a la ya extensa representación del país en la célebre lista de sitios del patrimonio mundial, que incluye tesoros tan emblemáticos como el Coliseo romano o las ruinas de Pompeya.<br />En su declaración, la organización no se centra en recetas concretas ni en las múltiples especialidades regionales, sino en el profundo significado cultural que los italianos atribuyen al acto de cocinar y compartir la mesa. Desde el tradicional almuerzo dominical hasta el gesto de las abuelas que enseñan a sus nietos a formar tortellini, la UNESCO reconoce una práctica que fortalece los lazos comunitarios y transmite identidad de generación en generación.
