Durante mucho tiempo las emociones han sido consideradas como poco importantes, dando más relevancia a la parte racional del ser humano. Más aún, en el ámbito educativo, donde la dimensión emocional ha sido la gran olvidada, y el interés se ha centrado, casi exclusivamente, en el desarrollo cognitivo. Sin embargo, si consideramos como objetivo fundamental en la tarea de educar el conseguir un desarrollo integral y equilibrado de la personalidad del alumnado, no podemos dejar de lado el mundo de emociones y sentimientos que tanto influye y modela sus conductas. Conocer cómo se procesan las emociones, como evolucionan, cómo se expresan, su papel en el aprendizaje y en el mundo de las relaciones interpersonales, entre profesor-alumno y entre alumnos y alumnos, son algunos de los aspectos de los que vamos a hablar hoy. Las emociones están presentes en el aula, las de los alumnos y alumnas, y las del profesorado también.
