El sistema auditivo está en contacto permanente con el ambiente a través de aquellas neuronas que mantienen su actividad, en tanto que las que aumentan o disminuyen se postulan, además, como participantes activas de los procesos del sueño. El continuo ingreso de información sensorial durante el sueño estaría al servicio de esculpir, modular, el cerebro a través de un mecanismo actividad-dependiente como se ha propuesto para la vigilia.