Cuando se presenta el parto prematuro y no se puede detener, el equipo médico se preparará para un nacimiento de alto riesgo. La madre se puede llevar a un centro médico que atienda específicamente bebés prematuros, por ejemplo, en una unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN). Al nacer, se lleva al bebé a una sala de recién nacidos para casos de alto riesgo. Se lo coloca bajo un calentador o en una caja transparente y con calefacción, llamada incubadora, que controla la temperatura del aire. Las máquinas de monitoreo rastrean la respiración, la frecuencia cardíaca y el nivel de oxígeno en la sangre del bebé. Los bebés usualmente son incapaces de coordinar la succión y la deglución antes de la semana 34 de gestación; por lo tanto, se les puede colocar una sonda de alimentación a través de la nariz o la boca hasta el estómago. En los bebés muy prematuros o enfermos, la alimentación se puede realizar a través de una vena hasta que el bebé esté lo suficientemente estable.
