A Ángel Reyna le picaron la cresta y salió lo mejor de él. El delantero de las Águilas no jugó los dos primeros partidos del Interliga 2010 y cuando le dieron la oportunidad se lució haciendo un gol; después no volvió a jugar como titular y una vez más el orgullo le quedó herido para demostrar en el siguiente juego que tenía calidad.
