La inteligencia es un precioso potencial y un constructo complejo del que cada vez conocemos más caras. Un 2% aproximado de nuestros estudiantes son superdotados, muchos de ellos ni siquiera son conscientes de sus dotes, nunca han sido sometidos a las pruebas pertinentes para identificar sus altas capacidades. No obstante, la orientación de las políticas está cambiando, como revela el reciente Plan Andaluz de actuación de la Consejería de Educación, decidida a apostar por la identificación temprana, o la nueva Unidad para la Atención del alumno con sobredotación y altas capacidades que ha puesto en marcha la Universidad de Jaén. En uno de los talleres que esta universidad organiza para estos chicos hemos conocido a Rafael Torrecilla, un joven de Linares con una alta capacidad intelectual que ve cada vez más cerca la formación superior en el área que más le interesa: la física y la ingeniería.