El Parlamento griego aprobó el 29 de junio el plan de austeridad exigido por la Unión Europea y a cambio de nuevas ayudas, minutos después de que el primer ministro Giorgos Papandreou dijera que Grecia haría todo lo posible para “evitar el impago” de la deuda del país. Mientras, en la calle, continúan las protestas.
