En la celebración del fallido golpe de estado del 4 de febrero 1992, el general Cliver Alcalá Cordones se definió a si mismo y sus tropas como socialistas, revolucionarios, antiimperialistas y chavistas. Este personaje ha figurado antes en acciones llevadas a cabo por el gobierno, como la toma de la Policía Metropolitana en 2002. Desde septiembre de 2011, está en la lista del Departamento del Tesoro de Estados Unidos como un colaborador de las FARC. El general ha negado todas sus acusaciones y ninguna ha sido investigada en Venezuela.
