Y el circo llegó al Vaticano. Esta vez de verdad. No era ni el mediático ni el político. Eran titiriteros, saltimbanquis, equilibristas, domadores y artistas de buen ver y mejor forma física que llegaban en peregrinaje a Roma para ser recibidos nada menos que por el Papa. <br />...<br />http://es.euronews.net/