Las vacas, como todos los herbívoros, son grandes productoras de metano. Es que el proceso por el cual la vaca digiere y aprovecha los nutrientes contenidos en el forraje que come a diario libera gas metano que contribuye al nefasto efecto invernadero. Pero varios científicos aseguran que un cambio en su dieta pondría fin al problema. Cada uno de estos animales, y hay millones de ellos, produce a diario entre unos 3 y 4 litros de gas metano. Entre 1000 y 1500 litros por animal y por año. Si multiplicas este valor por el numero de vacas vivas, te das cuenta que contribuyen con un 5% del total de los gases de efecto invernadero.<br /> Para entender cómo es posible que una vaca pueda producir un gas combustible hay que mirar en su interior. Las vacas producen gas metano cuando digieren su alimento, debido a que no poseen aire (ni oxigeno) en sus estómagos, por lo que se encuentran repletos de bacterias especializadas que las ayudan en sus procesos digestivos.