Madrid, 29 abr (EFE).- <br /><br />La Liga, aplazada al menos una semana la fiesta azulgrana, hierve por la zona baja, tras los triunfos a domicilio de Celta y Granada, que unidos al del Zaragoza sobre el Mallorca convierten el descenso en un jeroglífico. <br /><br />Mientras Barcelona y Real Madrid observan el torneo liguero como una cuestión secundaria, que les sirve para rotar a sus figuras, la segunda mitad de la clasificación ofrece una lucha sin cuartel. <br /><br />Quedó patente en esta trigésima tercera jornada, en la que el derbi madrileño, que enfrentó al segundo y al tercero, fue tedioso y, sin embargo, el Zaragoza-Mallorca, que oponía al colista contra el antepenúltimo, vibrante. <br /><br />Y es que, al contrario que en otras campañas, el tramo final del campeonato se afronta sin equipos desahuciados, lo que convierte las últimas cinco jornadas en un ejercicio de supervivencia. A la hora de hacer pronósticos, ya no sirve ni la posición en la tabla ni la condición de local. <br /><br />efe-liga-bbva-futbol