En nuestro ministerio de liberación a lo largo de los años, hemos visto muchas sanidades físicas resultantes de la expulsión de espíritus malignos. Hemos registrado varios de estos testimonios milagrosos aquí. En esta enseñanza, identificamos las raíces espirituales más comunes de la enfermedad y ofrecemos una oración de liberación del acoso del enemigo en nuestro cuerpo físico. Al enfrentarnos a una enfermedad persistente o crónica, surge la pregunta: ¿necesitamos sanidad física o, además de la sanidad física, necesitamos ser liberados de un espíritu de enfermedad? Para obtener sabiduría al respecto, recurrimos al ministerio registrado de Jesucristo. De todas las sanidades físicas realizadas por Jesús en las Escrituras, un tercio de ellas implicó la expulsión de espíritus malignos. Algunas personas a las que ministró necesitaban una sanidad puramente física, mientras que otras requerían ser liberadas de espíritus acosadores, esas fuerzas ocultas que operan entre bastidores y buscan bloquear la plenitud.