Los hombres están hechos para entenderse. Para comprenderse para amarse. Tienen niños sin fuego ni lugar, que reinventarán el fuego*, leyó en asombro de niño Antonio Pujía en Sin Máscara <br /> Asombro como en su tiempo caramelo. Cuando arroyo y arcilla eran taller suyo, para muñecos esculturas y después Bambino a tomar la leche. Cuando dulce de higos en sus tierras de Polia -Italia, eran milagro de manos de la mujer del herrero. <br /> Celebró la vida en Sin Máscara como la vida celebra en esculturas suyas Brindó la existencia porque el arte y porque sus nietos y porque belleza <br /> Y bendijo sin palabras también aquel dolor. Aquel <br /> Aquel, cuando lo raparon en el barco que lo trajo a Argentina. Y cuando en Buenos Aires se supo miope porque en su pueblo todo era tan cerca. Tanto todo, que no hacía falta la mirada larga <br /> Pero el ser de Antonio es ojos hondos ya ve lo que ofrecen la vida. Y pequeñito y de mano por aulas con su maestra señorita Teresa, mostraba cuadernos que acontecían dibujos. Como arroyo y arcilla acontecían muñecos <br /> Y los bocetos suyos fueron entidad e identidad. Y existieron milagros y le sonrieron soles <br /> Y desmitificó en Sin Máscara. Que no es artista y que nada más, trabaja mucho. Y que no. Y que La Piedad de Buonarrotti cada día dice más. Y que mientras más fecunda el alma, más puede recibir-le. <br /> Y que esa obra ¡Oh Dios¡ arte y amor, es argumento estético que deja sugestión. Y que se penetra en él y se ignora qué mundos de mundos hay detrás <br /> Misterio <br /> Y diálogo suyo amoroso con la obra y no Cristina, no la llames obra si es sólo un trabajo. Y que ese encuentro con sus frutos de obrero del arte, da sentido a la vida. Bello y mágico. <br /> Mágico como el ángel que con carbón de leña en una pared blanca, fue su primer dibujo <br /> Y de nuevo resonó Paul Eluard en niños que reinventarán el fuego <br /> Que reinventarán los hombres <br /> Y la naturaleza y su patria. <br /> La de todos los hombres <br /> La de todos los tiempos (Cristina Castello) <br /> <br />*Fragmento del poema de Paul Eluard que elegí a Antonio Pujía, para que leyera en mi programa