La higiene bucal es una parte importante del estado de salud general, por ello merece ser tratada con seriedad dado que los dientes participan en las distintas formas de expresión de la cara, en la alimentación y en la comunicación.
Los trastornos que alteran la salud bucal pueden localizarse en los dientes o en los tejidos circundantes. La caries dental es una enfermedad que afecta a un gran porcentaje de los niños en edad escolar y a la gran mayoría de los adultos; según la Organización Mundial de la Salud y de acuerdo con su informe sobre la salud bucal en el mundo, se trata de una enfermedad de prevalencia elevada.
Entre las consecuencias asociadas, se destacan la enfermedad periodontal y la pérdida de piezas dentarias, problemas que con mayor frecuencia involucran a los adultos y tienen una alta repercusión en la economía y en la calidad de vida de quienes las padecen.
Durante muchos años el objetivo principal de la salud bucal fue prevenir la caries dental en los niños, enfatizando sobre las influencias de la dieta en el desarrollo de éstas. En la actualidad, la prevención está destinada a todos los grupos etarios y centra su atención en el tipo de alimentación, la realización de controles odontológicos periódicos y en una higiene bucal apropiada, indispensables para mantener una óptima salud bucal que resulta esencial para una buena calidad de vida.
